La educación superior y las sociedades del conocimiento. Cuarta Parte

Rosaura Ruiz y Ricardo Noguera El Universal lunes 26 de julio de 2010   La creciente aparición de nuevos proveedores de educación superior, el incremento de la movilidad nacional y transnacional de los estudiantes y las innovaciones en los servicios educativos a distancia, plantean la necesidad de repensar el tema de la calidad educativa. Mientras que en muchos países quienes se encargan del tema de la calidad son las asociaciones nacionales que engloban a las Instituciones de Educación Superior (IES), en otros esta tarea queda a cargo de las organizaciones gubernamentales e intergubernamentales, y de agencias profesionales y especializadas, comisiones regionales y consejos de acreditación. Existen, por lo tanto, distintos procesos y enfoques para evaluar la calidad de las IES, además de diversas legislaciones, marcos y líneas directrices La evaluación de la calidad es fundamental para la búsqueda de soluciones que mejoren la calidad de la educación superior. A nivel internacional las directrices sobre calidad buscan proveer al estudiante con información adecuada para la toma de decisiones y para su protección de servicios de baja calidad, así como desarrollar mecanismos de evaluación más transparentes, coherentes, justos, confiables y legibles con el fin de que se incremente su validez.  Los gobiernos deberían promover la creación de un sistema nacional transparente, justo y comprensivo de registro, regulación y evaluación de las IES nacionales y extranjeras que quieran ofrecer sus servicios dentro del territorio. Este sistema nacional debe ser capaz, por un lado, de proveer de información confiable, precisa y accesible sobre los criterios y estándares para la evaluación de la calidad y la acreditación de la educación superior nacional y transfronteriza y, por el otro, facilitar el reconocimiento o la equivalencia de calificaciones de cada país, basado en procedimientos y criterios incluidos en acuerdos mutuos. Las organizaciones existentes orientadas a la evaluación de la calidad y la acreditación, deberían articular sus esfuerzos para constituir un sólido sistema nacional de calidad. También deberían reforzar las redes internacionales y regionales de intercambio de información y de prácticas, considerando las modalidades educativas transfronterizas, así como desarrollar canales de información clara y accesible para el reconocimiento mutuo de calificaciones. Es importante que las IES reconozcan que la enseñanza y la investigación de calidad se hace posible a través del fomento a la investigación crítica y creativa. Los estudiantes deberían involucrarse como partes activas en el proceso de desarrollo y de evaluación de la calidad de sus instituciones, pues son ellos los principales beneficiados o afectados, de las ventajas o riesgos potenciales que acompañan a la educación superior de baja calidad. Los académicos deberían reforzar su cooperación con las comisiones evaluadoras de la calidad, y contribuir a la investigación para construcción de los estándares básicos de ésta. Desarrollar una cultura de la calidad implica involucrar a profesores, personal académico y administrativo, estudiantes y ciudadanos en un nuevo modo pensar y de actuar. En la construcción de las Sociedades del Conocimiento, las IES se deben plantear como meta consolidar una cultura de la calidad que redunde en el desarrollo social de sus pueblos y que mejore los niveles de vida de sus ciudadanos.

http://rosauraruiz.net/2010/07/26/la-educacion-superior-y-las-sociedades-del-conocimiento-cuarta-parte/

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Publicado el 26 de Julio de 2010 a las 19:47

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