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Publicado el 28 de Junio de 2010 a las 19:34
La educación superior y las sociedades del conocimiento. Segunda Parte
Rosaura Ruiz y Ricardo Noguera
El Universal
28 de junio de 2010
Aun cuando el conocimiento se ha reconocido siempre como una cualidad inherente a la humanidad, sólo desde hace aproximadamente treinta años se reflexiona y se debate sobre las implicaciones de una nueva configuración social que tenga como fundamento la relación directa que hay entre el conocimiento y el bienestar económico y social derivado de su aplicación.
En este proceso de reflexión, el concepto de “sociedad del conocimiento” surge como una noción que obedece a un proyecto democrático de nación en el que se busca reducir las asimetrías económicas, políticas, sociales y culturales y en el que el conocimiento pueda ubicarse como el recurso más importante para el desarrollo.
El papel que tienen las Instituciones de Educación Superior (IES) en la producción, enseñanza y transferencia de conocimiento tiene una relevancia incuestionable y por ello en el contexto de la Sociedades del Conocimiento (SC) se torna imperativo que los saberes que se producen en ellas sean altamente reconocidos, demandados y utilizados en la solución de problemas sociales. Debe atenderse la demanda creciente por el aprendizaje permanente y continuo y la formación de personas críticas y creativas, preparadas para construir, organizar, recrear y aprovechar los saberes con un compromiso ético y social. Las IES han jugado un papel activo en la constitución de las nuevas modalidades de producción, gestión, distribución y uso del conocimiento distintivas de las SC, y están, por ello, obligadas a su renovación permanente
Los países que han decidido transitar hacia las SC han centrado su atención en el desarrollo de ciertas áreas estratégicas, en las cuales deberá gestarse la solución a problemas considerados como prioritarios por su trascendencia social. Estas áreas estratégicas son: Ambientales y genómicas, de la información y la comunicación, médicas y biotecnológicas, físicas y nanotecnología, del espacio y óptica electrónica, sociales y humanidades y educativas.
Entre los problemas prioritarios que requieren atención, tanto a nivel internacional como nacional, destacan: la salud, las migraciones y pobreza, la agricultura sostenible y la alimentación, el desarrollo de infraestructura urbana y rural, el desarrollo local y regional, el desarrollo y la localización de fuentes alternativas de energías, el desarrollo de una cultura de uso y explotación sustentable del agua, el manejo sustentable de ecosistema, el desarrollo de políticas culturales y de preservación del patrimonio cultural e histórico, la gestión del conocimiento y de la innovación, y la distribución equitativa de la riqueza y la justicia social.
Todos ellos problemas que requieren de interacciones inter y transdisciplinarias y del diseño de mecanismos adecuados para la elaboración de diagnósticos y para la toma adecuada de decisiones.
En el marco de las SC, la educación en general, y la educación superior en particular, se encuentran de nueva cuenta ante una situación de desafío en un escenario complejo que cuestiona el curso que deberán seguir las IES. La transición hacia las SC obliga a las IES a definir su postura: continuar con la inercia que le propone el mundo moderno o decidirse a transformarlo para el bienestar común.
Las IES deben modificarse y adaptarse a las nuevas condiciones que proponen las SC: Entre estás se incluyen las transformaciones en la manera de pensar, la transdisciplinariedad, la realidad virtual en la educación, la equidad como principio ético de la educación, la vinculación con la ciencia, la tecnología y los sistemas de saberes tradicionales; todas ellas condiciones sobre las que abundaremos en la siguiente entrega.
Estos temas pueden consultarse en el libro: Rosaura Ruiz, Rina Martínez y Liliana Valladares, 2010, Innovación en la educación superior. Hacia las sociedades del conocimiento, UNAM-FCE.